Si bien en la actualidad las berenjenas son manipuladas genéticamente para que contengan menor sabor amargo, aquellas que se han comenzado a pasar puede que lo tengan, mientras que las que se han echado a perder lo poseen definitivamente.
Afortunadamente, hay distintas opciones para evitar o mitigar el amargor en las berenjenas no tan frescas.
Quitar las semillas de la berenjena
Las semillas de las berenjenas son las que confieren un pronunciado sabor amargo. Aquellas que se han dejado en la planta luego de haber madurado contienen la mayor cantidad de semillas, por lo que elegir berenjenas maduras en su punto justo evita este problema.
VER TAMBIÉN: El truco para elegir las mejores berenjenas
Quitar el amargor con sal
La opción más conocida de todas, colocar la berenjena en cubos o rodajas y echar sal encima durante una hora, para luego enjuagarla. La sal hace que la berenjena segregue jugos y que con ellos se lleve el amargor. También trae el beneficio de que la berenjena, en caso de saltearla, absorberá menor cantidad de aceite.
Quitar el amargor con leche o agua
Una variante menos conocida es remojar los cubos o rodajas de berenjena en leche (de vaca o vegetal) o agua durante media hora. La berenjena absorberá el líquido, perdiendo el sabor amargo. La leche trae el beneficio de hacerla más cremosa, dejándola perfecta para preparaciones como la parmigiana.
VER TAMBIÉN: El nivel de horno correcto para cada tipo de preparación