En la estación en que los jardines se desbordan, también la cocina florece. Este helado nace de un ramo recogido a primera hora de la mañana, que es cuando el aroma es más intenso, antes de que la flor haya alcanzado su plenitud y los rayos del sol la hayan besado. En esta receta, las flores de jazmín no son un mero adorno: sus pétalos frescos perfuman la crema que en cada bocado te transporta a un paseo entre arbustos blancos, dulces y salvajes. Las promesas son ciertas: la primavera eterna sí existe.


Helado de jazmín con flores frescas
Ingredientes
Equipment
Method
- El día anterior, apenas cosechadas, enjuagar las flores de jazmín con un chorro suave de agua. Sumergirlas en la leche, cubrir y dejar en la heladera toda la noche para que infusione su aroma.
- Al día siguiente, colar las flores y calentar la leche perfumada con el azúcar y la sal hasta hervir.
- Batir los huevos aparte y añadir lentamente la leche caliente sin dejar de batir. Volver a la cacerola y cocinar a fuego medio hasta que espese, sin dejar que hierva. Retirar del fuego y seguir removiendo. Enfriar.
- Montar la nata con varillas e incorporarla a la mezcla ya fría. Enfriar nuevamente por 2 horas.
- Colocar en heladora según instrucciones. Una vez listo, guardar en un recipiente de vidrio o metal y congelar 1 hora más antes de servir.