En primavera, los jardines se convierten en despensas silvestres. Esta receta de shortbreads florales celebra el arte de recolectar flores frescas (foraging) y transformarlas en pequeños lienzos comestibles. Cada galleta es única: una obra de arte hecha con pétalos recién cosechados y hojas aromáticas, que capturan el instante en que la naturaleza florece. La masa de mantequilla y azúcar se perfuma sutilmente con agua de azahar, envolviendo cada bocado en un aire festivo, fresco y delicado. Perfectas para un té entre amigas, un picnic botánico o una merienda llena de intención.
Galletas con flores frescas y agua de azahar
Ingredientes
Method
- En un bol grande, colocar la harina y la mantequilla fría cortada en cubos pequeños. Deshacer con espátula o tenedor hasta obtener una textura arenosa.
- Agregar la ralladura de limón, el extracto de vainilla, el agua de azahar, el azúcar y la sal. Mezclar para integrar.
- Incorporar el huevo y unir con la mano hasta formar un bollo suave, sin amasar. Si la masa está seca, añadir unas gotas de leche. Refrigerar durante 10 a 20 minutos.
- Mientras tanto, enjuagar suavemente las flores frescas con agua y dejarlas secar sobre un plato.
- Precalentar el horno a 170 °C (350 °F).
- Estirar la masa sobre una superficie ligeramente enharinada hasta 5 mm de espesor. Cortar círculos con cortador metálico y colocarlos sobre una bandeja con papel manteca.
- Pincelar cada galleta con clara de huevo. Adherir pétalos o flores enteras presionando levemente. Volver a pincelar y espolvorear con azúcar.
- Hornear durante 5 a 10 minutos, hasta que estén apenas doradas en la base. Enfriar antes de servir.